Las horas del día, nuestra cabeza y nuestra bolsa de preocupaciones es finita, pero la lista de pendientes es interminable.
Más que un arte, atender a todos nuestros compromisos, llegar a tiempo a todas las juntas y cumplir con nuestros pendientes es un hábito. Y lograrlo es un compromiso personal y no un reto imposible. También es importante entender que no todo está en nuestro control pero que sí podemos influir en el resultado final.