Esta semana tuve mi celebración del día del padre en los salones de Natalia y Diego.
Una canción, un abrazo, un mensaje diseñado por ellos, una foto y una actividad juntos. Todo hecho y practicado con cariño durante una semana y yo feliz de vivir ese proceso de treinta minutos. Miércoles con Natalia, jueves con Diego.
Pero mi verdadero regalo y recuerdo se construyó en solo 2 segundos.
Cuando caminábamos Diego y yo al patio techado de la escuela a volar aviones de papel, iba atrás de él cuando pasamos cerca del salón de Natalia que en ese momento coincidió que estaban regresando en fila a su salón, — !¡¡¡DIEGO!!!—, Le grita Natalia…—¡¡¡NATALIA!!!— le grita Diego, Natalia se sale de su fila corriendo y sonriendo hacia él y Diego corrió hacia ella y se abrazaron, todo en solo dos segundos.
Diviértete.