En general siempre me he considerado malo para vender, he tenido suerte de que me compren, las ideas también se venden.
Siempre me ha tocado trabajar con equipos que no del todo aceptan ideas de un externo, al principio yo pensaba que el problema eran ellos que no estaban abiertos a probar nuevas ideas, con el tiempo me he dando cuenta que el problema soy yo que me faltan mejores argumentos para plantearlas.
También he aprendido que es difícil vender una idea si no tienes contexto del entorno y de la situación, porque es de ahí donde se alimentan los argumentos para proponer una solución que les convenga a todos.
¿Tienes ahorita ideas que no has podido echarlas andar porque piensas que los demás no quieren?, mejora tus argumentos.
Diviértete.
Poncho Mendoza