Todos tenemos un motivo para hacer o decir lo que pensamos, generalmente ese motivo solo lo conoces tu, los demás solo ven tus acciones o escuchan lo que dices, tu círculo cercano cuando no conoce tus motivos se empieza a preguntar qué está pasando, mientras más alejado de ti son las personas menos les interesan tus motivos y te evalúan solo por tus acciones.
Uno no puede andar explicando a todo mundo sus motivos pero con los que convives diario o cercanos a ti mientras más los entiendan más empatizan contigo incluso si son problemas te ayudarán sin que lo pidas.
En la semana me pasaron de los dos casos: llegué a una reunión directo a querer resolver algo pero había personas ahí que no entendían lo que quería hacer porque no les había platicado el contexto, y el otro es que alguien cercano empezó a comportarse extraño hasta que me acerqué a preguntar y entendí sus motivos.
Regularmente me toca ver qué nos vamos a querer resolver lo que se ve, pero es lo que no se ve el fondo de los problemas.
Diviértete!
Poncho Mendoza