La semana pasada al recoger a Leonardo de la escuela lo encontré preocupado porque unos amigos de su salón se fueron juntos porque irían a un cumpleaños y nosotros no habíamos comprado regalo para ir a esa fiesta, me dijo ¿quién cumple años mamá, donde es la fiesta?, él claro muy listo para que lo llevara. Realmente no había una invitación formal en el grupo por lo que pensé era fiesta de algún hermanito o simplemente un convivio Petit. Por su puesto no a todos los convivios se invita a todo el grupo, pero llamó mi atención como al tratar de explicar de una forma sensible el tema, en la primera respuesta Leonardo buscó una solución y me dijo, «Entonces mamá tu tienes que hacerte amiga de todas las mamás para que también me inviten a esas fiestas»… la verdad es que Leonardo tiene más vida social que yo, y yo tengo más vida social gracias a él.
Integración de personas, es un tema que en las empresas preocupa y por ejemplo el ver cómo unos cuantos salen a comer solos y los demás no se enteran es un claro signo que se percibe y se siente como distancia en el equipo. La convivencia intencionada, positiva y sana ayuda a acercar a las personas lo suficiente para conectarse y cuando las personas se conectan la probabilidad de pensar bonito de las acciones de otros se incrementa.
En un taller que dí de integración hace unas semanas concluí una reflexión que me gustó y te quiero compartir. Todas las empresas pueden llegar a los resultados, todas tienen personas capaces, competentes, enfocadas y pueden lograr lo que se propongan y planeen en sus objetivos, aunque puedan llegar a esos resultados «Pese a…» Mientras que cuando las personas están integradas llegarán a los resultados «Gracias a…» así que la próxima vez que pienses en tu equipo piensa cual de las dos frases te gustaría que expresaran luego de lograr una meta.

Blog de Poncho
Compromisos no cumplidos
He notado que muchas empresas ponen metas pero no se enfocan en ellas, no las revisan, no las cuestionan, no las comparten,