«Soy solo uno, de cualquier modo soy uno: no puedo hacer todo, pero de cualquier modo puedo hacer algo; y porque no puedo hacer todo, no me rehusaré a llevar a cabo algo de lo que puedo hacer».
Edward Everett Hale
Toda esta semana he estado a punto de rendirme en algo, porque simplemente es demasiado, pasé mi semana tratando de averiguar ¿en qué?, y me di cuenta que el problema no es que sea demasiado sino que busco que todo eso tenga el mismo nivel de excelencia que espero y simplemente es imposible.
¿Cuántas veces nos atrevemos a desechar proyectos porque consideramos que son demasiados?, ¿quién dijo que todo y cada una de las cosas que hacemos tienen que ser lo mejor de lo mejor? No podemos todo, pero sí podemos más y mejor, y más significa que algo fue menos y mejor que algo que no lo fue tanto.
En todos estos años haciendo planeaciones en diferentes empresas, me di cuenta que algo que comparten algunas que siempre logran sus objetivos es que no miden la cantidad de proyectos o la perfección de estos, se mide la pasión y las ganas con que implementan cada idea, tienen claro que unas son más emocionantes que otras pero el hecho de ser menos emocionantes, menos perfectas o menos potenciales no significa que no deban hacerse porque también suman.
Pasamos una vida escuchando frases como “enfócate”, “especialízate”, “haz lo que vas a hacer mejor” pero, ¿qué significa todo esto?, al final enfocarse significa descartar, especializarse implica ignorar y hacer solo en lo que serás el mejor significa dejar ir en lo que podría ser solo bueno o regular, pero lo suficiente como para hacer la diferencia si este suma a lo demás en lo que soy el mejor.
Tenemos que ser congruentes y claros con nuestras expectativas, y apreciar a medida que estas hacen la diferencia y suman.
Los humanos estamos llenos de sorpresas, y las sorpresas vienen en cajas diferentes, démosle oportunidad a cada proyecto y dejemos de limitarnos por considerar que es demasiado.

Eva Saiz