Es común en las empresas la falta de sinceridad y transparencia entre las personas sin importar el nivel jerárquico. Los dueños y directores se sorprenden cuando descubren situaciones que suceden justo en sus narices pero la gente no lo comunica. No es culpa de la gente, es del ambiente de seguridad y confianza que existe (o no) en la empresa.
Todos conocemos el cuento de el traje nuevo del emperador donde alguien lo estafó vendiéndole unas telas transparentes que solo podían ver la gente inteligente y desfiló por el pueblo con su traje hecho por esas telas bichi obviamente, hasta que un niño que no sabía de jerarquías, poder y consecuencias le abrió los ojos.
Si el Emperador anda bichi hay que decírselo.
Diviértete
Ps. Bichi: que está desnudo.