La primera vez que hice un estudio de mercado para Infocus lo desperdicié. Me acuerdo que durante el proceso me llamó un cliente después de que lo había entrevistado la agencia y me dijo: «Poncho, yo al entrevistador le dije lo que yo pensaba, pero el que sabe para donde va el negocio eres tú, también he hecho estudios y los clientes me piden más inventarios o tiendas más grandes, lo he hecho y no me crece ni la venta ni el margen, así que está bien escucharlo pero tú sabrás escoger qué hacer y que no»
Las conclusiones que la agencia planteó «creí» (ahora sé que no era creerlas, era comprenderlas) o le di importancia sólo a la mitad y me puse a trabajar con esas. A los dos años sucedió la catástrofe que el estudio de mercado pronosticó completito.
Pasaron algunos años, había ya resuelto de alguna manera las broncas que yo había provocado y decidí hacer un nuevo estudio. En esta ocasión atendí todas y cada una de las conclusiones. La neta tampoco jalaron todas pero sí me ayudó más hacerlas que no hacerlas.
Lo que hasta ahora si ha funcionado es que si conoces tu negocio y estás palpando lo que sucede fuera de él, sí vas a saber para qué dirección darle, y claro, validarlo con datos de profesionales.
Diviértete
Poncho Mendoza