*Da click y lee este correo con esta canción de fondo: Satisfaction – The Rolling Stones*
Hace varios años uno de mis objetivos era tener una moto e ir a las reuniones con ella. Lo primero que hice fue comprarme una mochila para meter la compu, 5 años después llegó la moto. Tomé un curso de manejo seguro y entre varios tips me dijeron uno que me llamó la atención: la moto va a donde tus ojos están viendo. Por eso, cuando no quieres caer en un hoyo o golpear algo y lo estás viendo, tu cuerpo “acomoda” y dirige la moto hacia allá y caes en el hoyo.
Ahí me cayó el 20, eso mismo pasa con los objetivos cuando los pones y no les quitas la vista. Empiezas a hacer cosas que hacen que llegues. Creo que regularmente tengo pensamientos positivos (salvo algunos casos que yo solo me saboteo) y lo logro.
Hace 12 años, vendí mi carrito 4×4 (que me encantaba) porque iba a emprender y necesitaba un vehículo que gastara menos gasolina. Con ese dinero di el enganche de uno y compré dos computadoras para mis primeros colaboradores. Con lo que me quedé de ese 4×4 fue con Benito, un muñeco que colgaba del retrovisor y le prometí que después le compraría su Jeep. Aún lo tengo en mi oficina sin quitar los ojos de ese objetivo.
Diviertete!
Poncho Mendoza
PD: La moto la vendí cuando nació Diego