Por allá de 1995, inicios de Amazon, Jeff Bezos y unos pocos colaboradores se encargaban de hacerlo todo, incluso empaquetar, envolver y llevar las cajas a la paquetería. Tenían tantos pedidos que no estaban preparados para atenderlos y ni siquiera disponían de una organización real en el centro de distribución. De hecho, empaquetaban de rodillas sobre el suelo de cemento.
—¡Empacar así es matador!, ¡tengo la espalda molida y estoy dejando las rodillas en este maldito suelo! —se quejó Bezos. ¿Sabes qué necesitamos? ¡¡Rodilleras!!.
Uno de los colaboradores que estaba empacando con él arrodillado se le queda viendo sorprendido y le dice: —lo que necesitamos son mesas de empaque.
A Bezos se le hizo la persona más brillante que había conocido, compraron al día siguiente la mesa y duplicaron su productividad.
Cada colaborador contribuye con algo para construir la empresa.
Diviértete.
Poncho Mendoza